Las primeras dudas que genera la nueva ley de teletrabajo
"¿Qué pasará cuando un trabajador no queira firmar un acuerdo?", se plantea el profesor en derecho Guillermo García
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El Consejo de Ministros ha aprobado una ley para la regulación del teletrabajo, gracias a un preacuerdo alcanzado por todos los sectores implicados. Hablamos de la retribución, de que el empleo sea estable, del tiempo dedicado a trabajar…
El teletrabajo debe ser voluntario y debe constar por escrito. Además puede ser reversible si el trabajador decide volver al trabajo a la oficina. La empresa deberá dotar al trabajador de materiales necesario siempre que el trabajador teletrabaje mínimo un 30% de su jornada, unas 12 horas de las 40 completas, que se va a medir en un periodo de tres meses. Las empresas tendrán entre uno y tres años para adaptarse a la nueva normativa.
Hablamos de ello con David Blay, periodista especializado en el tema y Guillermo García González, profesor de Derecho del trabajo en la Universidad Internacional de la Rioja.
"La ley regula muy poco de lo que se debería regular"
David cree que es “insuficiente” porque en realidad “regula muy poco de lo que debería regular, porque en el fondo no convierte al teletrabajo en un derecho. Por ejemplo, en un momento de pandemia mundial, hay gente que no quiere volver a la oficina por materia de salud pública. Y en cuanto a los gastos para la empresa hay una pequeña trampa. El hecho de que haya que teletrabajar durante al menos una jornada significa que alguien puede decir que ha implantado el teletrabajo pero solo un día a la semana y que ello no conlleva gastos. Tampoco se está hablando de un problema silencioso que puede explotar muy pronto que es el lugar del trabajo. ¿Y si en lugar de ordenadores se lleva el dinero a sillas ergonómicas? Hay cosas que se quedan muy cortas con respecto a lo que debería ser en estos momentos”.
Por su parte, Guillermo García González, “hay que tener en cuenta el momento en el que se dicta esta ley, que no es un momento casual. A raíz de la pandemia se ha regulado el teletrabajo que no es el momento más oportuno. Y es una regulación que se empezó a mover en junio y que hemos tenido tres meses para obtener una regulación que el principal objetivo del Gobierno es que fuera consensuada por todas las partes”.
La discriminación del algunos trabajadores
David piensa que se puede llevar a discriminar a unos trabajadores frente a otros “En febrero solo el 4,8 % teletrabajar pero había una serie de encuestas que decían que hasta un 69% querían probar el teletrabajo. No un teletrabajo completo y con niños, sino que se fuera implantando gradualmente para un día o dos días. Habrá gente que quiera teletrabajar, otros sus jefes no lo verán para teletrabajo… y eso ya generará un conflicto”.
Al ser voluntario, un empleado puede negarse a teletrabajar. “Tiene que haber un acuerdo entre las dos partes”, dice Guillermo. “Esa es la teoría, luego otra cosa es la aplicación práctica. ¿Qué pasará cuando un trabajador no quiera firmar un acuerdo?”. “Yo creo que hemos perdido una gran oportunidad en esta ley para flexibilizar una realidad. Se gana en seguridad jurídica, pero en flexibilidad se establece mucha burocracia que no sé si va a desincentivar el teletrabajo”.
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