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(Actualizado

La situación de las urgencias de los hospitales madrileños incremento de pacientes que está dejando a su paso la borrasca filomena empieza a ser preocupante de nuevo. Al incremento de pacientes que está dejando a su paso la borrasca filomena, se une el incremento imparable de nuevos casos de coronavirus y, como consecuencia, de presión sobre las UCI.

"Uno de cada cuatro pacientes de UCI pasa por circuito covid y los datos que manejamos es que sigue creciendo"

La nevada histórica que ha paralizado Madrid, no ha impedido que las urgencias sigan trabajando al 100%. "Nosotros no paramos nunca, es la condición de cualquier urgenciólogo", asegura en Madrid Directo Tato Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

Más de 260 zonas básicas de salud en Madrid tienen una tasa de contagios de coronavirus de gran riesgo

La incidencia del coronavirus supera los 400 casos por 100.000 habitantes en prácticamente todas la región, con algunas zonas donde los nuevos contagios se han disparado. "La situación empeora progresivamente", asegura Vázquez, "En estos momentos, uno de cada cuatro pacientes de UCI pasa por circuito covid y los datos que manejamos es que sigue creciendo", explica.

"Hay otra pandemia que está debajo que se llama el síndrome del trabajador quemado"

"Viendo el número de contagios, la intuición nos dice que a finales de enero o principios de febrero estaremos en una situación similar a la de marzo o abril del año pasado, lamentablemente. Si las medidas restrictivas surten efecto tal vez podríamos bajar esa perspectiva tan poco halagüeña", continúa diciendo el presidente de SEMES.

El cansancio y las duras condiciones de trabajo que acumulan los trabajadores de urgencias, superado ya los 12 meses de pandemia, hace mella en el ánimo de los profesionales. "Se resume en una palabra: Resiliencia. Vamos a seguir peleando porque está en nuestro código genético, pero la situación que vemos es seria y evidentemente hay otra pandemia que está debajo que se llama el síndrome del trabajador quemado", asegura.