Acompañamos a un equipo de agentes forestales en la investigación de un incendio
Detrás de la mayoría de los incendios está la mano del hombre
Este 2022 es el peor año en superficie quemada en casi tres décadas en nuestro país y para descubrir el origen de todos estos fuegos trabajan sin descanso los agentes forestales, a los que hemos acompañado en una de sus jornadas de investigación.
Buscan indicios escondidos entre los restos del incendio. Saben encontrar las respuestas mezcladas con ceniza y la madera quemada. Son los CSI de los incendios forestales.
“Lo primero que hacemos al llegar al lugar es tomar las medidas de viento, humedad, temperatura, pendiente de la zona…”, nos ha contado uno de estos agentes forestales.
Una vez que han tomado todos estos valores, analizan la “geometría del incendio” que les acota un poco más la zona de inicio de las llamas.
Y una vez que se localiza más o menos ese punto, se sigue el avance del fuego y se marca con unos banderines de color rojo. Para este punto es imprescindible conocer a fondo la vegetación del lugar y cómo le afectan las llamas en su tronco o en las ramas que quedan en el suelo.
Las declaraciones de las personas que puedan ser testigos de los hechos también son determinantes para buscar a los culpables, si lo hubiera.
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