Así se adiestra a un perro guía en la Fundación ONCE

El último miércoles de cada mes de abril se conmemora el Día Mundial del Perro Guía para agradecer el trabajo de estos héroes de cuatro patas. En la Fundación ONCE se hacen cargo de ellos desde que nacen hasta que se convierten en asistentes de quienes lo necesitan.

En el bloque de partos es donde empieza todo. Los perros reproductores viven acogidos por familias voluntarias que los llevan a la Fundación para pasar los celos, realizar cruces y para las revisiones y partos. Tras el parto, la madre permanece con la camada durante la lactancia, varias semanas, antes de volver con la familia cuidadora.

"Aquí es donde nuestras hembras de cría paren. Como podéis ver, Okpara ha tenido 10 cachorritos hace cuatro días solamente. Todos ellos se van a convertir en perros guías, esperemos. Cada cachorro tiene un collar de un color, se le limpia, le limpia la mamá, pesamos, comprobamos que su estado físico es correcto", nos cuenta Mónica.

Después de crecer un poquito, el segundo paso es quemar energía. "Aquí cada cosa tiene su significado. Si ves, tenemos distintas superficies para que ellos se vayan acostumbrando y luego les llamen la atención cuando salen de aquí".

Para obtener una mayor adaptación de los perros a todo tipo de entornos y situaciones, garantizando un comportamiento social adecuado en todo momento y una obediencia básica que facilite su posterior adiestramiento, una familia educadora acoge a los cachorros.

Después de pasar un año con las familias voluntarias, vuelven al centro y son asignados a un entrenador o instructor. "Yo lo que intento ver es si hay aprendizaje en ese tiempo de cachorrillos, que siempre queda el sienta, échate, ven aquí y luego le doy forma a lo que queremos, que es que guíen", nos dice Patricia.

También trabajos de obstáculos. "El perro tiene que aprender que la amplitud va desde el hombro derecho del usuario e incluso la altura. El perro para y lo que está identificando es que hay algo. El usuario lo primero que hace es testar a nivel del suelo, media altura y altura, y confirma que no hay nada", nos explica Pilar.

Una vez que el perro ha adquirido todas las habilidades precisas para guiar con seguridad a una persona ciega, su instructor selecciona al candidato más adecuado, buscando que las características del perro complementen las concretas necesidades del solicitante elegido.