Asistimos al traslado del Cristo de los Alabarderos

El único acto de este Martes Santo en Madrid es el traslado a las 19 horas del conocido Cristo de los Alabarderos de la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, situada en la calle Sacramento, 11, hasta el Palacio Real, de donde saldrá el Viernes Santo.

Este traslado se trata de una especie de "semiprocesión" que cuenta con tambores y cornetas de la Guardia Real. Ya en la procesión del Viernes Santo suman el pífano, una flauta travesera, desconocida para muchos, de 1.700 que se usaba en guerras y que tiene un sonido muy característico, asociado ya, desde hace años, a esta procesión.

En este traslado, también se aprovecha para que aquellos congregantes que tienen alguna discapacidad, están enfermos o son mayores y no pueden ejercer de anderos, tengan la oportunidad de poder cargar al Cristo.

Los nazarenos que acompañan el paso llevan unas vestimentas que hacen referencia al uniforme de la Guardia Real, que tradicionalmente participa en esta procesión y cuyo cuerpo histórico, el de los Alabarderos, da nombre a la cofradía que la organiza.

El Santísimo Cristo de la Fe, conocido popularmente como Cristo de los Alabarderos, es una imagen realizada en madera de cedro brasileño en 2007 por el imaginero Felipe Torres Villarejo, bendecida en 2008, que sustituye a la anterior, realizada por Martínez Horche, y está inspirada en las primeras tallas que tuvo la congregación.

Sigue el modelo barroco de escuela andaluza y representa a Cristo aún con vida, con los ojos abiertos y la cabeza ladeada. Dispone de paño de pureza tallado, aunque oculto tras su tradicional faldilla de terciopelo.

La primera noticia documental de la congregación data de 1632, cuando el 4 de julio se acordó rendir culto a un crucificado que se hallaba en la iglesia de San Sebastián, al que adjudicaron la advocación del Santísimo Cristo de la Fe.

En 1753, la congregación invitó a los oficiales de la Guardia Real para portar y alumbrar al Cristo, hecho por el cual recibió popularmente el nombre de Cristo de los Alabarderos, ya que era el cuerpo de alabarderos el encargado de la procesión.

La imagen realiza su estación de penitencia sobre un trono de más de una tonelada de peso, que es portado por 44 anderos que soportan 50 kilogramos cada uno, en una procesión que se prolonga durante cuatro horas. Para ello ha sido trasladado este Martes Santo desde su iglesia hasta el Palacio Real de Madrid, desde donde sale en la tarde del Viernes Santo por la puerta del Príncipe.