El Día de la Caridad de la Virgen de la Poveda en Villa del Prado es una fiesta singular que se caracteriza por sus castillos humanos andantes, una celebración de indudable valor y relevancia, declarada Bien de Interés Cultural.
Esta festividad se trata de una romería hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Poveda donde primero se celebra una misa de campaña a la virgen, se reparten caridades de pan a los presentes y se realizan por parte de los pradeños tres castillos humanos.
Estos castillos están compuestos por 8 personas en la base, 4 en el punto intermedio y 2 en la parte de arriba. Se celebra en honor a la Virgen de la Poveda. Los danzantes forman el castillo humano andante, el cual va dando la vuelta por la parte exterior de la ermita hasta llegar a su punto de origen.
Si se cae el castillo, tienen que volver a empezar hasta conseguir arrodillarse ante la Virgen. "Si se toca suelo hay que empezar, pero si ha aguantado en trepa el castillo continúa". Esta actividad se lleva a cabo para dar gloria a la Virgen de la Poveda en forma de ofrenda y para cumplir las promesas.
No se tiene constancia escrita ni registro documental ni antigüedad de la tradición de los castillos humanos, aunque las imágenes más antiguas que se conservan pueden datarse en el primer tercio del siglo XX. En ellas, se ven castillos de dos plantas con los hombres vestidos de traje, por lo que no siempre fueron de tres pisos.
En los años 70 hubo un periodo de recesión al no implicarse en la participación las nuevas generaciones de la localidad. Fue necesario el impulso de las personas de mayor edad para animar a un grupo de jóvenes a seguir con la tradición. A partir de ese momento, el castillo humano se ha realizado todos los años.