Comer chocolate estimula nuestro cerebro, aumenta la sensación de confianza, nuestro nivel de optimismo y la pasión. Se puede decir que este alimento es un antídoto contra la tristeza y la falta de energía. Los madrileños comemos tres kilos de chocolate al año, muy por debajo de la media europea que se sitúa en torno a los nueve kilos anuales.