Claves para que aquello que nos sobra del plato no acabe en la basura

Mañana es el Día Mundial del Reciclaje y todavía muchos madrileños no sabemos dónde va cada cosa. Por eso, Enrique García, portavoz de la OCU, nos resuelve todas las dudas. No debemos olvidar que reciclar adecuadamente en nuestro hogar es uno de los comportamientos de consumo responsable y sostenible. Los consumidores tenemos un compromiso.

Los tarros de cristal van destinados al contenedor del vidrio, pero la tapa iría al de los envases. Tanto la magdalena como el papel que la recubre van al orgánico, ya que tiene muchos residuos orgánicos. A un papel grapado le pasaría exactamente lo mismo, a no ser que retiremos la grama y la desechemos en el orgánico y el papel al de papel.

Todo tipo de cartón o papel alimentario va destinado al orgánico también porque se trata de un tipo de papel encerado. El único que iría al contenedor de cartón serían las servilletas. Un bolígrafo y el corcho de una botella, al orgánico.

Si se rompe un espejo, los trozos de cristal irían a los restos y todo lo demás al vidrio. La porcelana también al orgánico. Las mascarillas también, pero antes debemos de retirar las cuerdas porque se podría trasladar al medio ambiente y se podría trasladar a la fauna. Asimismo, las pilas, el aceite o los muebles irían al punto limpio y los medicamentos a las farmacias.

Descubrimos también algunas claves para que aquello que nos sobre en el plato no acabe en la basura. Pepa Chacón y Elisabeth de Chávarri han sacado un libro de recetas para reciclar cocinando con un montón de ideas para dar a lo que nos sobra una segunda vida.

Con este libro, llamado 'Recicla Cocinando', no hace falta que recalentemos la comida que ha sobrado para comérnosla de la misma forma. Hay recetas para todo tipo de sobras: carne, pescado, verduras, pan. No solo convierten un plato en otro, sino que también, de esta forma, estamos siendo sostenibles.

"Están las tres 'R': reduce en gasto, recicla en la cocina y reutiliza lo que te sobra"

Una de las tantas recetas que nos proponen son unos huevos rellenos con la paella que nos ha sobrado. Primero se cuecen los huevos, se abren, se quita la yema, se rellenan con la paella y se les pone una lagrimita de ali oli. Después en el plato se hace una base de canónigos, rúcula y granadas, se ponen los huevos encima y listo.

Esta premisa ha llevado a las autoras a agudizar el ingenio para plantear creativas recetas que den pie a una alternativa gastronómica sostenible, basada en dos criterios; el medioambiental, reduciendo la cantidad de residuos que se generan en la cocina; y el económico, dándoles una nueva vida a esos alimentos ya cocinados anteriormente.