Durante esta madrugada, la calle Antonio López se ha convertido en un auténtico río tras la rotura de una tubería de gran calibre del Canal Isabel II. El agua y el barro ha entrado en varios comercios, restaurantes e incluso un colegio de la zona.
Cuando rompió la tubería, el agua llegaba a un metro de altura y bajaba por toda la calle con mucha fuerza. Tanto ha sido así, que en el herbolario de Aida ha levantado parte del parqué y ha destrozado los expositores de cartón. "La mañana perdida".
Ahora, tienen que hacer inventario por las numerosas pérdidas que tendrán que reclamar. "Una tienda que hay de ropa y complementos no ha podido abrir porque se le ha mojado toda la ropa. Nosotros la mayoría son cajas de cartón porque son infusiones… y nuestra pérdida es esa, nos cuenta.
Sofía tiene un restaurante que se ha quedado completamente inundado. Esto les ha impedido poder servir comidas a lo largo del día. Por suerte, no han sufrido ningún destrozo, pero todo el local ha quedado hasta arriba de barro.
La tienda de perfumes de Mónica también ha sufrido las consecuencias. Asegura no haberse enterado de lo que estaba sucediendo en su local hasta que ha ido a abrirlo esta mañana como cada día. Lo que le ha salvado ha sido tener todos sus productos en estanterías elevadas al suelo.
Pero eso no ha sido todo, un centro escolar, el CEIP Concepción Arenal, se ha visto afectado por estas inundaciones. "Me avisó el seguro de la alarma a las cuatro de la mañana, a las seis y veinticinco vine junto con el conserje, Darío, y vimos que la entrada estaba bastante sucia".