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El pasado 27 de julio de 2020 en la localidad de El Álamo, Antonio Hag y Jessica Márquez, padres de cuatro niñas, fueron brutalmente asesinados, encontrándose junto a ellos Lucía, una joven de 18 años que resultó gravemente herida y con secuelas para toda la vida.

Solo uno de sus presuntos asesinos ha estado en prisión provisional durante 16 meses, hasta el pasado 12 de julio, fecha en que fue puesto en libertad con una fianza de 6.000 euros por mandato del Juzgado de Instrucción número 5 de Navalcarnero.

Lo que al parecer iba a ser una celebración para una pedida de mano, terminó siendo una pelea multitudinaria entre dos familias. Los hechos ocurrían en un restaurante del municipio tras la cena, aproximadamente sobre las once y media de la noche. Una disputa por la música pudo ser lo que desencadenó la tragedia.

"Dos personas que estaban aquí junto al órgano, uno lo estaba tocando para poner una canción, el otro que no lo tocara. Empezaron sus amenazas y vámonos a la calle que nos vamos a pegar", nos contaba el dueño del restaurante tras el suceso.

Todos los miembros de la familia salieron huyendo por la carretera hasta llegar hasta a una señal, donde eran interceptados por un primer vehículo. Seis familiares cruzaron la carretera y otros tres se quedaron en un lado de la vía. Finalmente, metros más adelante fueron atropellados por un segundo vehículo.

Días después se encontró el vehículo del atropello, que pertenece a Jesús, el presunto asesino. Al parecer, iba acompañado, aunque solamente fue él quien entró en prisión, de donde salió el pasado 12 de julio.

En libertad el único investigado por el doble atropello mortal en El Álamo

Rocío, madre de Antonio, se siente indignada e impotente. "No sé lo que hacer. Si mi hijo estaba en apuros, la primera llamada era a mí y, si no me había llamado, algo había ocurrido. No entiendo como después de ocho meses que consiguen cazar a esta persona, escondida, un juez determine darla la libertad".

Por ello, familiares y amigos de Antonio y Jessica se han concentrado en la Plaza Roja de Puente de Vallecas por la puesta en libertad del autor del doble atropello mortal. Dicen tener miedo que se fugue y no pueda ser juzgado por este homicidio.

Con esta concentración, todos sus familiares y allegados quieren pedir justicia. "Eran dos personas maravillosas, trabajadores, tenían sus cuatro hijas, tenían su casa, no hacían daño a nadie, hacían en toda su vida lo mejor para sus hijas, no se merecían esto", afirma una de las primas de Antonio.