Continúa la guerra de Aluche contra las casas de apuestas
- “No queremos que abran más casas de apuestas”, afirma Diego, uno de los manifestantes
Los vecinos y vecinas de Aluche se echan de nuevo a la calle para protestar contra las casas de apuestas. En esta ocasión por la que se ha abierto en la calle Ocaña.
Continúan las movilizaciones, tras años de lucha contra todas las casas de apuestas del barrio. En concreto existen 14 casas de apuestas en la zona
Vecinos de Aluche se concentran este jueves contra la apertura de un local de apuestas en la calle Ocaña
“Llevamos muchas manifestaciones porque no queremos que abran más casas de apuestas”, afirma Diego, uno de los vecinos, quien cree además que el problema de la adicción al juego afecta "a la clase obrera" y más concretamente a los jóvenes.
“No hay casi bibliotecas y tampoco hay un hospital de referencia”
La calle Ocaña cuenta ya con dos locales de apuestas, que se encuentran en los números 1 y 46. Según un informe de la FRAVM, el barrio de Aluche ocupa la quinta posición en cuanto a número de estos establecimientos de la ciudad, y su distrito, Latina, con 27 locales, el sexto lugar.
"Ganar es lo peor que te puede pasar cuando tienes adicción al juego"
El número de locales de azar ha aumentado en los últimos cinco años hasta situarse en un total de 719, según datos de la Comunidad de Madrid. Tan solo Carabanchel y Puente de Vallecas suman 135 locales, más que en toda Cataluña. Bravo Murillo, con 26 locales, es la calle que cuenta con más casas de apuestas de Madrid.
Las ciudades con mayor número de pintos de apuestas de la Comunidad son Fuenlabrada, Móstoles, Alcalá de Henares y Leganés.
Después de Madrid, las ciudades con mayor número de puntos de apuestas de la Comunidad son Fuenlabrada, con 28 (4,1% del total); Móstoles, con 26 (3,8%); Alcalá de Henares, con 22 (3,2%) y Leganés, con 20 (2,9%).
"Ganar es lo peor que te puede pasar cuando tienes adicción al juego"
La adicción al juego cada vez tiene víctimas más jóvenes. Sociólogos lo comparan ya con el enganche a la heroína en los años ochenta: el juego, ¿la droga del siglo XXI?
