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Continúa la intensa ola de calor en Madrid, siendo Villamanrique de Tajo el pueblo más afectado debido a su situación geográfica. El municipio se encuentra en una especie de valle que, con la humedad del río y las altas temperaturas, forma un microclima.

¿Cómo combaten sus vecinos estas temperaturas? "A la calle no hay quien salga en este tiempo. Salgo a las siete de la mañana, ando un poquito y luego ya en casa hasta las diez de la noche otra vez", nos cuenta Teresa.

Para mantener su casa lo más fresquita posible, cierra todas las ventanas, deja las persianas bajadas y busca las horas más baratas de luz para poner los ventiladores en marcha. Por suerte, tiene una pequeña piscina montada en su jardín para refrescarse, lo que le recuerda mucho a Málaga, de donde es su marido, con quien lleva toda la vida.

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Continuamos nuestra ruta y caminando por un pueblo casi desierto por el calor, llegamos hasta Rogelio, que se encuentra en su huerta recogiendo pepinos para preparar platos fresquitos, como ensalada y gazpacho. "Estoy observando a ver qué clase de plaga tengo, que ahora con el verano se producen mucho más".

Seguimos buscando un sitio donde refugiarnos del calor y nos topamos con Javier en el parque. "Acabamos de terminar ahora mismo la gimnasia de mantenimiento que hacemos aquí para personas mayores y para jóvenes. Esto es a primera hora. Hace mucho calor y ahora lo que pinta es otra cosa, como pegarse un chapuzón".

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Caliente, caliente, nos vamos acercando al lugar idóneo para combatir estas altísimas temperaturas: la piscina. "Aquí hoy vamos a llega a los 41 grados, casi cuatro más que en la capital", nos cuanta Raquel antes de darse un remojo. A un día ardiente, no hay chapuzón que se le resista.