El CSIC investiga con un cordero la infertilidad en humanos

Nos adentramos en INIA, el departamento de reproducción animal del CSIC, para conocer al primer cordero modificado genéticamente en España. Se llama Teodoro y nació el 14 de julio. Los resultados podrán aplicarse a mejorar la fertilidad humana.

"Teodoro viene de un embrión que está producido enteramente in vitro. O sea, lo que hemos hecho ha sido ir a un matadero que sacrifican animales para consumo humano y hemos obtenido los fagocitos de esos ovarios que no se comen, y los hemos microinyectado con los componentes del sistema CRISPR", nos explica Palo Bermejo, quien ha liderado el equipo junto a Priscila Ramos.

"Luego les hemos fecundado in vitro, con lo cual hemos generado el embrión. Lo cultivamos in vitro y luego los hemos trasferido a una oveja, que no es su madre genética, pero a efectos prácticos sí que es su madre porque es la que le ha gestado y la que le está dando de mamar", añade. Han eliminado una proteína al cordero para investigar cómo esta ausencia afecta a la infertilidad en animales y humanos.

En el centro, recogen muestras de semen, como por ejemplo de cabras. "El macho rápidamente ya sabe dónde va, ya sabe que aquí va a tener a la hembra y que va a cubrirla. Detecta las feromonas, que indican que la hembra está en celo y con la patita le da unos pequeños golpes, que es el baile de cortejo que tienen estos animales", nos cuenta Adolfo.

"Como ya la hembra está inmovilizada, intenta cubrirla y, en el momento que la cubre, recogemos el semen desde la vagina artificial". Una vez tienen las extracciones hechas, comprueban en pantalla la calidad del semen.

Gracias a su trabajo consiguen mejorar la conservación de especies. "Por ejemplo, en el caso del urogallo cantábrico, estamos consiguiendo la reproducción, en técnicas artificiales, para incrementar la población, ya que está en situación de números vividos muy bajo". Estudios que ayudará a despejar dudas en un futuro.