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Román López es la cuarta generación de la empresa centenaria El Valenciano, dedicada en lo general a la curtición y guarnicionería, pero principalmente a la fabricación y reparación de sillas o montaje tapizado.

En Casa El Valenciano están orgullosos de sus 131 años de historia. Este negocio se encuentra en el número 16 de la calle madrileña Ribera de Curtidores, pero cuentan con otro local en el número 37.

Fue fundado por el curtidor valenciano Salvador del Tel y en 1998 la familia López se hizo con el negocio, continuando así con la saga de artesanos del cuero.

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"Tenemos desde pieles para confección, tenemos pieles para zapatería, retalitos para hacer reparaciones. Tenemos de todo, desde pieles de cordero a pieles de jinete, pieles de zorro", nos cuenta Román.

Una empresa centenaria que no para de crecer, por lo que tuvieron que ampliar el negocio abriendo otro local, en este caso especializado en hípica. "Ya tiene 20 años abierta al público". Aquí podemos encontrar desde calzado artesano a equipo de equitación, como monturas.

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Asimismo, también hacen reparaciones, modificaciones y tapicería. "Nuestro cliente es de los cinco continentes. Tenemos mucho cliente español de muchas generaciones que han venido sus abuelos, sus padres y ahora son sus hijos los que vienen".

La segunda planta de este local está dedicado a la ropa y está al frente de Alejandro, hijo de Román y quinta generación de la empresa. Una familia que se ha adaptado a los nuevos tiempos mientras honran el legado centenario.