El pasado mes de enero, los vecinos de Carabanchel denunciaban peleas, presencia policial diaria y mucho ruido provenientes de un supuesto after con licencia de cafetería en la calle Blasa Pérez de Carabanchel.
Desde el pasado 18 de septiembre, el local cuenta con una orden de cierre, pero todavía continúa con su actividad. Sin ir más lejos, esta misma mañana, la Policía Municipal volvía al establecimiento, como casi a diario.
Según nos contaban los vecinos, el local abría todos los días, excepto lo miércoles, de seis a doce de la mañana. Una auténtica pesadilla con la que se despiertan cada mañana desde hace ya más de un año.
El problema es que la Policía todavía no cuenta con esa notificación y, a pesar de tener múltiples denuncias, el supuesto after ilegal continuará abierto hasta nueva orden. Además, el establecimiento cuenta con un aforo de 20 personas, algo que no se cumple, ya que en su interior acuden muchas más.