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El pasado 8 de diciembre, Ricardo, un vecino de la calle Alcalá de 77 años, vivió la peor experiencia de su vida cuando tres encapuchados entraron en su casa, le amordazaron y le dieron una brutal paliza para robarle. Después huyeron dejándole atado.

Los delincuentes emplearon una violencia brutal contra el anciano para llevarse los ahorros de toda su vida, medio millón de euros, su teléfono móvil y las llaves de un coche eléctrico que se compró hace poco tiempo.

El pasado 16 de diciembre, un equipo de Madrid Directo acompañó a Ricardo a comisaría, donde había sido citado para declarar y entregar su segundo móvil. Al parecer, su otro teléfono fue encontrado por la Policía roto en Coslada.

La Policía encuentra en Coslada el móvil robado del anciano al que asaltaron en su propia casa

La gran incógnita para la Policía en estos momentos sigue siendo cómo los atracadores accedieron a la caja fuerte sin tener que reventarla, ya que Ricardo estableció un minucioso recorrido para darla más seguridad.

En el hueco de encima de un mueble de la cocina, Ricardo escondía una llave. A continuación, dentro de la puerta derecha de un armario de la planta de arriba tenía escondida una caja fuerte que abría dicha llave. En ella, guardaba otra lleve de otra caja fuerte escondida en un pequeño espacio.

En este espacio, había dos cajas fuertes, la primera la abría la última llave y escondía otra llave más que, por último, abría la otra caja fuerte, acompañada de una combinación secreta, que solo conocía él y su cuidadora. En su interior, guardaba el medio millón de euros en monedas de oro.

La semana pasada, tuvimos la oportunidad de hablar con su cuidadora tras declarar durante cinco horas con la Policía. Según nos contaba, está colaborando al máximo con la Policía, ya que su relación con Ricardo es bastante fuerte. "He empezado como cuidadora y ahora estamos en una relación de pareja".

Tras declarar 5 horas ante la Policía, habla la cuidadora del anciano al que asaltaron en su propia casa

La situación económica de Ricardo es ahora muy preocupante, ya que se encuentra en esta vivienda de alquiler. "Ahora mismo, tengo escasamente para seguir comiendo unos días". Por eso, pide desesperadamente una vivienda mientras la Policía intenta resolver el caso. "Si pudiera morirme sin sufrir sería lo mejor que me pudiera pasar", añade el anciano.