El burdel "okupa" de Delicias vuelve a estar operativo pese a los controles de acceso

El pasado 3 de mayo, el propietario del burdel más famoso del Paseo de Delicias contrató a la empresa Desokupa para tomar medidas respecto a los numerosos impagos, instalando controles, los cuales apenas duraron 48 horas, para que los clientes dejasen de entrar en el edificio.

Supuestamente su arrendatario debía a la propiedad más de 10.000 euros. "Lo ha metido todo con prostitutas a las cuales les cobra 2.000 euros por piso. Con lo cual, este señor no paga 11.000 euros al mes y se embolsa 14.000", nos contaba Dani, de Desokupa.

A pesar de estas acusaciones, el arrendatario aseguraba no entender nada de lo que estaba ocurriendo. "Como no sé de qué va el tema prefiero que hables con mi abogado", nos decía.

Tres semanas después de lo ocurrido, los vecinos declaran que el burdel permanece activo. Tal es su incertidumbre de lo que ha sucedido, que se plantean que podría haberse tratado de un montaje. "A lo mejor es publicidad para que tanga más éxito".

Tras las declaraciones de los vecinos, decidimos comprobar, de primera mano, si el burdel del Paseo de Delicias, 133, sigue operativo y somos testigos de que, tal y como nos contaban, permanece en pleno rendimiento las 24 horas del día.

Decidimos ponernos en contacto con Desokupa, quienes afirman desconocer los motivos por el cuál no siga el control. Asimismo, el arrendatario nos confesaba vía WhatsApp que todo ha sido un montaje.

La pasada intervención no fue la única. Ya en 2019 el edificio fue desalojado tras pasar más de una década siendo uno de los puntos más calientes de la prostitución en Madrid. Durante un tiempo quedó vacío hasta que los propietarios volvieron a alquilárselo a una persona que instaló de nuevo pisos donde ejercer la prostitución.