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Los vecinos de Caño Roto, en Latina, denuncian vivir rodeados de aguas fecales, suciedad y roedores a causa de unas tuberías rotas. Aseguran llevar años reclamando una solución a estas averías, que nunca llega.

"Tenemos muchos problemas de tuberías rotas, aguas fecales a consecuencia de arquetas. No nos dan respuesta. Son diez bloques afectados con cien vecinos", nos cuenta una de las vecinas afectadas. Sin ir más lejos, lo que debían ser garajes es un auténtico foco de insalubridad, lleno de suciedad y malos olores.

Esta problemática es tan grave que las viviendas de las primeras plantas se encuentran completamente invadidas por las humedades, lo que trae consigo incluso insectos. "Lo que está abajo sube para arriba. Si no se arregla, nos vamos a hundir o nos vamos a morir o es que no sé qué van a hacer con nosotros".

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Esta problemática va mucho más allá. Noelia se ha visto obligada a derribar su vivienda, situada a escasos metros de los citados bloques, por ruina inminente. "Todo pertenece a la zona de Caño Roto y tienen la misma problemática en cuanto a la humedad y los problemas de las estructuras de los edificios".

"Todas las casas tienen humedades debido a la mala cimentación. Eso provoca que haya ratas porque las canalizaciones tampoco están bien. De hecho, por casi ninguna zona del barrio pasan ni siquiera los barrenderos. Nos tienen totalmente desatendidos", declara Isabel, otra de las vecinas, muy indignada ante esta situación.

Según nos cuentan los vecinos, estos edificios llevan treinta años construidos y ya desde el principio no se acabaron bien del todo. Desde hace más de tres años han estado reclamando una solución a esta problemática, justo cuando empezó a convertirse en un sinvivir.

Tal es la "mala canalización" que Juli, otra de los tantos vecinos afectados, ha tenido que pagar este mes más de trescientos euros en su factura del agua, de una vivienda en la que solo viven dos personas.

Desde la Agencia de Vivienda Social nos dicen si los propietarios pagan la parte que les toca, ellos pagarán su parte correspondiente. Asimismo, desde el Canal de Isabel II nos aseguran que el problema se encuentra en la instalación particular de la comunidad de propietarios.