A la entrada de una casa de Getafe, un cartel grita: “El arte es la expresión del alma que desea ser escuchada”. Juanito, su dueño, lleva 35 años trabajando para convertir su casa en un museo del reciclaje.
El chalet está decorado con objetos reciclados “empecé a transformar utensilios dándole un significado diferente”, afirma el artista. Cada espacio de la casa tiene una temática diferente.
El tiempo vuela en la cocina, con relojes de diferentes épocas “parados en el tiempo”. Sin embargo, la habitación de su hijo está repleta de teléfonos. Mientras en el jardín guarda una fuente hecha con un urinario y una pila de lavar transformado en fuente.