La Guardia Civil sostiene que Luis Lorenzo y su mujer se trajeron a la tía a Madrid para saquear su patrimonio

Tras declarar ante la jueza de instrucción de Arganda del Rey, Luis Lorenzo y Arancha Palomino han roto su silencio concediendo varias entrevistas, una de ellas a Ángel Moya, periodista de sucesos. Por primera vez, hemos podido escucharle hablando de su relación con la tía de su mujer.

Cuando un equipo de Madrid Directo habló con José María, hermano de Isabel, contó que no tenía ninguna duda de que Luis y Arancha se querían hacer con la herencia cuando se la llevaron. Dicha herencia consta de dos cuentas bancarias, donde en una de ellas hay unos 60.000 euros aproximadamente, y también con el piso en el que vivía la octogenaria. Ello les hizo sospechar que todo había sido por el testamento, el cual estaba a nombre de sus cuatro hermanos antes de que se la llevaran a Madrid.

"Concretamente, la madre de Arancha ya fue denunciada por estos mismos señores por un tema de herencia también porque hay una ambición desmedida, sobre todo por el señor José María Suárez, del dinero. Esta señora ha tenido 24 horas cuidadora todo el tiempo que ha estado en casa. Por lo tanto, es absolutamente falso", afirmaba en la entrevista.

Al parecer, Luis Lorenzo y su mujer abandonaron a la tía Isabel en un centro comercial de Rivas Vaciamadrid. Los agentes de seguridad la encontraron desorientada y, después de comunicárselo a Arancha, aseguró que estaba haciendo unas gestiones y que, cuando terminase, iría por ella. Según nos contaba Nacho Abad y según consta en el sumario, esas gestiones eran ir al Parque Warner a disfrutar de un día de atracciones junto a su marido y sus hijos.

"Lo que pacta con su sobrina, con Arancha, que se quiere quedar en el centro comercial con un teléfono móvil y dinero. La policía se puso en contacto con nosotros y dijo: mire, aquí está esta señora, parece que tiene algo de desorientación, no vemos ninguna circunstancia por la que actuar, cuando puedan por favor vengan a recogerla, pero no hay ninguna urgencia. No fue ni siquiera atestado, simplemente una incidencia de la policía", aseguraba el actor durante la entrevista.

El periodista Saúl Ortiz nos contó que, al parecer, la pareja no hablaba con sus amistades de apuros económicos, pero sí que presumían de comprarse una casa en una de las zonas más exclusivas de Madrid con la herencia de la tía Isabel. "Definitivamente cuando fallece la tía Isabel, Luis Lorenzo dice a una de las personas más cercanas de su núcleo familiar: Ya se ha muerto la tía, vamos a podernos comprar la casa de Conde Orgaz".

"El notario dejó taxativamente claro que le protocolo notarial se aplicó de principio a fin y que ella declaró en una sala aparte con él y que ella sabía muy bien lo que quería en un testamento que, además, fue muy fraccionado, donde había muchos herederos", ha declarado Luis Lorenzo.

Isabel vivía en Asturias y tenía 85 años. De repente, la anciana pasó una temporada en Madrid en la casa de Luis Lorenzo y Arancha para cuidarla porque sufría demencia. Después de habérsela llevado, José, hermano de Isabel, y su mujer, Consuelo, ven que no responde al teléfono, no da señales de vida y ni saben dónde se encuentra, pero una vecina les advierte que Luis y su mujer se la llevaron de madrugada.

Tras intentar sin éxito contactar con Arancha, José y su familia, desesperados, llamaron a los servicios sociales, centros de salud, entre otros, hasta que finalmente denuncian su desaparición. Los agentes la ponen en comandancia de Asturias y los guardias de Madrid van a casa del actor, quien les niega la entrada, ya que no disponen de una orden judicial.

"Cuando nos llama la Guardia Civil, en este caso de Rivas, como ya sabíamos que era una más de estas denuncias de secuestro, y estamos ya bastante hartos de la familia de Arancha, hablé con uno de los agentes. Mi derecho constitucional como ciudadano me permite que no se viole mi domicilio y, además, no hay una orden", contaba.

"Al principio, éramos unos apestados emocionales, perdimos los contactos con el 990% de todos nuestros amigos, capacidad laboral cero. Es decir, de la noche a la mañana, sin respetar la presunción de inocencia, nos convertimos en asesinos y simplemente a nivel jurídico éramos investigados. A día de hoy, gracias a Dios, estamos asumiendo la investigación, pero con mucha indignación", añade.

Ángel Moya nos cuenta que se pone en cuestión que la tía Isabel haya sido envenenada presuntamente para quitarle todo el patrimonio porque hay dos informes de toxicología que demuestran que podría ser una muerte natural. El periodista declara que lo que hace Luis Lorenzo en la entrevista es negar una por una todas las acusaciones periféricas que se hacen.

"Él nos atiende entre una mezcla de indignación y esperanza. Esperanza porque están esperando a que llegue una segunda autopsia que determine finalmente que la tía Isabel murió de muerte natural y, por lo tanto, espera verse libre de la acusación que pende sobre ellos. Pero lo que ocurre es que siguen investigados por homicidio", sostiene Ángel Moya sobre la entrevista.

Según Ángel Moya, la Guardia Civil ha dejado de lado la acusación de envenenamiento. "Lo que dicen es que la maltrataron durante el tiempo que estuvo aquí y que, además, la llevaron por los médicos para que le diagnosticaran Alzhéimer y por lo tanto así darla pastillas de maneras incontrolada o descontrolada para que acabara muriendo y poder quitarla su patrimonio".