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La familia de Luis Buñuel ha recomprado por una cifra no revelada el abanico que perteneció al cineasta con mucho interés literario tras descubrir que este jueves iba a ser subastado en la Casa de Subastas El Remate.

Por ende, la subasta ha sido anulada. Según algunos nietos de Luis Buñuel, el objeto, que era no de los tesoros más preciados del cineasta y que tras su muerte desapareció misteriosamente, debe seguir en manos de sus familiares.

"El abanico perteneció a Luis Buñuel, luego cuenta él en sus memorias que fue un regalo de la mujer de Hernando Viñes, que era un artista catalán que se afincó en Madrid a mediados del siglo XX", nos explica Javier.

Pero el gran valor del abanico no se encuentra solo en los dibujos coloreados a mano en tinta y acuarela y firmado por el ilustrador francés Henri Pille, sino en la parte posterior, ya que cuenta con numerosas dedicatoria, poemas y chascarrillos de muchos de los mejores literatos franceses de finales del siglo XIX.

Dientes, pelo o guiones: ¿Cuáles han sido las subastas más extravagantes?

En enero de 1925, después de asistir a la conferencia que dio Louis Aragon en la Residencia de Estudiantes, Buñuel abandonó Madrid rumbo a París. En la capital francesa Buñuel trabó relación con la mayor parte de los pintores españoles que trabajaban en la capital francesa.

En sus memorias, Buñuel narra:

"Mis mejores amigos eran Joaquín Peinado y Hernando Viñes. Hernando, de origen catalán y más joven que yo, fue un amigo para toda la vida. Se casó con una mujer a la que quiero muchísimo, Loulou, hija de Francis Jourdain, el escritor que frecuentaba muy de cerca a los impresionistas…

La abuela de Loulou mantenía un salón literario a fines del siglo pasado. Loulou me regaló un objeto extraordinario que ella conservaba de aquella abuela. Es un abanico en el que la mayoría de los grandes escritores de fin de siglo y también algunos músicos (Massenet, Gounod) escribieron unas palabras, unas notas musicales, unos versos o, sencillamente, pusieron su firma".

Sin lugar a dudas, la historia de este abanico lo convierte en un objeto de gran valor histórico y artístico. Tenía un precio de salida de 5.000 euros e incluso esperaban que aumentase porque se trata de un artículo de gran interés internacional.