La mercería Arca de Noé: Un legado familiar con 117 años de tradición, en Chamartín
- El abuelo de José Luis inauguró este negocio en el año 1908
Con tan solo 17 años, José Luis Cortés comenzó su andadura detrás del mostrador de la mercería Arca de Noé, un negocio que ha sido su motor de vida y que ahora, a punto de cumplir 91 años, sigue siendo un referente en el barrio.
Fundada hace 117 años, esta mercería se ha convertido en un verdadero tesoro donde se puede encontrar "desde un alfiler a un elefante", y si no lo tienen, se comprometen a buscarlo.
El éxito y la longevidad de Arca de Noé no son fruto del azar. José Luis comparte su sencillo, pero efectivo secreto: "Atender bien al público que viene a vernos".
Este enfoque personalizado ha permitido que la mercería mantenga su relevancia a lo largo de las décadas, convirtiéndose en un lugar donde los clientes no solo vienen a comprar, sino también a disfrutar de una experiencia única.
La tienda conserva incluso cajas que datan de hace 80 años, repletas de objetos como ganchillos y agujas de todo tipo, evocando la nostalgia de los antiguos costureros. A medida que José Luis ha ido cediendo el testigo, son ahora sus hijos quienes dirigen la tienda, asegurando la continuidad del legado familiar.
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David, uno de los hijos, explica con entusiasmo la magnitud del inventario: "Aquí tenemos 480 bobinas a 100 metros por cada una de ellas. Si las unimos, tenemos unos 400 kilómetros de hilo; ¡podríamos llegar a Valencia!".
Este ingenioso cálculo refleja no solo la diversidad de productos disponibles, sino también el compromiso con la calidad y la tradición. Los pasillos kilométricos del almacén están repletos de artículos como calcetines, pijamas, camisones y lencería.
Patricia, otra hija de José Luis, revela un interesante truco comercial: "Hay cosas que a lo mejor te sorprenderías que se siguen vendiendo. El truco está en poner siempre lo mismo en los mismos sitios". Esta estrategia ha permitido mantener una clientela fiel y satisfecha.
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La pregunta sobre el futuro del Arca de Noé es inevitable. ¿Tendrá este emblemático negocio relevo generacional? Patricia responde con optimismo: "Hay generaciones nuevas; esperemos que se siga aguantando". Con este deseo en mente, la familia Cortés mira hacia adelante, dispuesta a celebrar otros cien años más en el corazón de Chamartín.
Las historias como las del Arca de Noé son un recordatorio del valor y la importancia de los negocios familiares tradicionales. Con su dedicación y pasión por el servicio al cliente, José Luis y su familia han tejido una rica historia que perdurará por generaciones.
