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Como cada 2 de febrero, la parroquia de la Paloma y San Pedro el Real ha bajado el cuadro de la Virgen, que ha estado colocado en el presbiterio durante la misa, presidida por el párroco y vicario episcopal de la VI, Gabriel Benedicto.

La celebración ha arrancado con una procesión por el interior del templo, en la que han participado las madres llevando una vela encendida, y ha finalizado con la bendición de los niños, que han sido presentados a la Virgen.

Posteriormente, los bomberos han vuelto a colocar el cuadro en su sitio y se ha entonado el himno de la patrona antes de que los fieles hayan recibido la bendición final. Durante la jornada, se han puesto a la venta mantas para bebés de la Virgen de la Paloma, cuyos beneficios irán destinados a las obras de reconstrucción del templo.

La tradición de presentar los niños a la patrona del templo es una costumbre que tiene lugar en la festividad litúrgica de la Presentación del Niño Jesús en el templo o de la Virgen de la Candelaria y que se remonta al 1788, un año después del descubrimiento del lienzo de la Virgen de la Paloma por Isabel Tintero.

"Se dice que la Virgen María te cubra con su manto y que Jesús sea tu luz. Luego se les acerca el cuadro de la Virgen y se les presenta a la patrona popular de Madrid", nos cuenta el sacerdote Gabriel.

La Paloma pide ayuda para arreglar los daños de la explosión de la calle Toledo

El pasado 20 de enero de 2021, una explosión en la calle Toledo redujo a escombros los locales parroquiales de la Virgen de la Paloma. Una fuga de gas natural provocó el estallido de un edificio situado en el número 98. Murieron cuatro personas y doce resultaron heridas.

Dos años después, la Iglesia de La Paloma no ha podido reconstruirse, a pesar de todas las ayudas que ha podido aportar la gente dentro de sus posibilidades. Todavía necesitan recaudar dos millones de euros para poder arrancar con las obras.

Tras dos años de la explosión en la calle Toledo, la Iglesia de La Paloma no ha podido reconstruirse

Ana, feligresa de la parroquia, se tatuó a la Virgen en su piel con un diseño hecho por una amiga suya a raíz de la explosión. Ahora, este dibujo se ha convertido en una cadena de ayuda, ya que se ha implementado en camisetas y cervezas artesanales hechas por Javi y José. Todo lo recaudado con la venta de estos productos va destinado a la reconstrucción de la Paloma.