La pesadilla de Yolanda: Su inquilina le debe 4 años de alquiler, en Villaverde
Los servicios sociales ofrecieron a la 'inquiokupa' un recurso habitacional que ha rechazado
Yolanda lleva desde 2019 viviendo una auténtica pesadilla. Ana, su inquilina, dejó de pagarle el alquiler hace cuatro años y, desde entonces, le está llevando a la ruina. Ya estuvimos con ella el pasado mes de octubre, cuando salió a protestar con otras víctimas de la inquiokupación, en Villaverde. Cuatro meses después, sigue sufriendo esta situación.
El pasado mes de agosto, Yolanda nos contaba que los servicios sociales ofrecieron a la inquiokupa un recurso habitacional compartido, pero que lo rechazó porque alegó tener unos gatos que son su familia. Por ello, también la ofrecieron una residencia de animales para los felinos, pero aun así también renunció a ello.
Esta vecina compró la vivienda en el año 2003, la alquiló en 2016 y lleva casi cuatro años sin cobrar el alquiler. Ya en 2019 denunciaron este problema, pero a día hoy no han obtenido solución alguna. Además, el piso todavía sigue en hipoteca. Yolanda tiene que asumir una deuda que asciende los 25.000 euros aproximadamente desde mayo de 2019.
"Esto es un calvario para mí y para toda mi familia, y que nosotros tengamos que estar manteniendo aquí a dos personas, porque aquí ya son dos, no es solo Ana, ahí también está Juan Carlos", nos cuenta Yolanda.
La única vez que Yolanda pudo hablar con su inquiokupa fue delante de nuestras cámaras y a través del telefonillo del portal. Un equipo de Madrid Directo consigue hablar con Juan Carlos a través de la puerta de la vivienda. "No te puedo comentar nada porque este asunto está judicializado", declara.
Por ende, la inquiokupa ha puesto una denuncia por acoso a esta vecina. El próximo 28 de febrero, Yolanda tiene que acudir a testificar a los Juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla por esta demanda.
¿Qué debemos hacer cuando nuestro inquilino no nos paga el alquiler?
El abogado Alberto García Cebrián nos contó cómo actuar en estos casos. Nos aseguró que, para evitar este tipo de situaciones, se recomienda poner en el contrato de alquiler que el inquilino se obliga a poner los suministros a su nombre, incluso pudiendo dejar constancia de que, en el caso de que no lo pague en un plazo determinado, se autoriza a la propiedad a dar de baja el suministro.
En el caso de que en el contrato de alquiler no haya la obligación de que el inquilino ponga los suministros a su nombre, el propietario no puede dar de baja el suministro y si le denuncia, el inquilino o incluso el okupa ilegal, podría incurrir en un delito de coacciones. Sin embargo, el propietario no puede cortar el suministro, pero sí que puede dejar de pagar los recibos para que en todo caso la compañía acabe cortando por impago.
En el momento de la recuperación de la posesión del inmueble, ya sea extrajudicialmente o en proceso judicial, cabe la posibilidad de realizar una denuncia por la comisión de un delito de daños. Siempre existe la posibilidad de reclamar las cantidades adeudadas del alquiler y las de los suministros que estén a nombre del propietario, así como desperfectos.
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