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Recorremos los montes de El Pardo en pleno otoño para observar a ciervos y gamos en su periodo de celo, conocido como la ronca y la berrea. Un espectáculo de la naturaleza que se ha visto alterado por las inclemencias del tiempo.

"La berrea y la ronca es el inicio del celo tanto del gamo como del venado. Suele empezar entre mediados de septiembre y dura, en condiciones normales climatológicas, mes, mes y medio", nos explica Jesús, agente de Patrimonio Nacional.

En esta época, el ciervo macho hace oír sus berreas, aunque este año ese espectáculo sonoro se podría estar viendo afectado. "No se oye nada. Yo no sé estos animales si les está afectando el cambio climático porque la falta de lluvia afecta mucho tanto a la berrea como a la ronca".

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En las peleas, los machos compiten por aparearse y pueden llegar a cubrir unas 30 hembras durante el celo. "Llevamos un tiempo que estamos detectando unas berreas y unas roncas que les podría haber cambiado el comportamiento", nos cuenta Jesús.

"En condiciones normales deberíamos de estar oyendo ahora mismo tanto la berrea como la ronca. Ha venido un tiempo muy malo, no ha habido lluvias en verano, las tormentas que suele haber en agosto, y estos animales lo acusan mucho", añade.

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Los machos que emiten un sonido más potente son los que se suelen quedar siempre con las hembras. Ojalá y la lluvia de estos días devuelva a los amanecer y atardeceres de los montes de El Pardo su ceremonia más otoñal, la berrea.