Las lluvias afectan favorablemente a los olivares madrileños

Pedro, al igual que otros olivareros madrileños, no dejan de mirar al cielo y sus olivares esperando a que la lluvia siga cayendo como agua de mayo, aunque tardía, y salve la producción de la oliva madrileña.

"Por fin, después de unos meses de sequía, han llegado las lluvias a Villaconejos. Llevamos tres días con una cantidad aproximada de unos 50 litros por metro cuadrado, que estamos controlando con los pluviómetros".

Por el momento, toda el agua ya caída está afectando favorablemente a los olivos. "Por lo menos vamos a salvar el fruto que ya tiene, que no es poco para el tiempo de sequía que hemos tenido", nos cuenta Pedro.

"La flor ya ha caído y esto tan pequeñito del tamaño de la cabeza de un alfiler, que es de color verde, es el fruto que en unos meses irá creciendo, desarrollando hasta que lo convirtamos en el mes de octubre en aceite", añade.

A pesar de las buenas noticias en cuanto a las lluvias de estos últimos días y las que se prevén, el que no haya caído nada de agua meses atrás ha impedido contar con una mayor floración y, por lo tanto, mayor cantidad de fruta. "Habrá una merma seguramente".

"Aún la aceituna es muy pequeña y es difícil prever la que vamos a tener a lo largo de unos meses. Hay que esperar a que crezca, a que se desarrolle, y ahí podremos ya verificar un poco mejor la cantidad de fruta que vamos a tener".

Tanto la sequía como las bajas temperaturas que se vivieron a finales del mes de abril, además de a la floración, también ha afectado a los olivos recientemente plantados. "Este árbol tiene un año de vida y se está secando debido a esas bajas temperaturas".