Llega el entrenamiento facial a un gimnasio de Chamartín

Pesas para desarrollar brazos, máquinas para estirar y ahora llega el entrenamiento facial a un gimnasio de Chamartín. Hilda es facialista en The Face Workout, donde entrena rostros, recoloca músculos y hasta quita años. Es una idea de Paula y sus socios. Un boom que reta a la medicina estética.

"Aquí lo que vamos es a trabajar muy bien tanto el músculo como la oxigenación de la cara y, en general, el drenaje linfático, y es un 'workout'. Esto es un poco como si vas al fisioterapeuta", nos explica Paula.

"Lo que estamos haciendo es trabajar mucho lo que es la musculatura de la cara para que los músculos, que muchas veces con el paso del tiempo se van como hipertrofiando, se vuelvan más elásticos. Esto en realidad viene del modelo anglosajón de bares de belleza y lo que buscamos siempre es hacer un servicio efectivo en un cortito espacio de tiempo y a un precio asequible", añade.

Cuentan con diferentes entrenamientos con distintos objetivos, como la tensión facial. "Es un masaje intraoral que relaja todos los maseteros, te relaja toda la zona de la mandíbula y lo llamamos de bruxismo, pero en realidad casi todo el mundo tiene hoy mucha tensión en la cara y lo que hace es que te la libera y hace que se te suba el pómulo, que se te relaje el nasogeniano".

Además, el drenaje linfático trabaja también las manchas, la flacidez de la cara y cuenta con una parte de belleza muy interesante. "Aquí consigues esa belleza a base de fomentar la salud", afirma Paula.

Igual que tenemos una contractura en el cuello o en la espalda, esto también ocurre en el rostro. "Ahora tenemos mucha gente que nos está viniendo porque tienen parálisis facial por algún problema que hayan tenido y este tipo de 'workouts' intensos ayudan mucho a recuperar la movilidad muscular".

Según nos aseguran, los cambios se empiezan a notar de inmediato. "Los músculos tienen memoria. En cuanto lo hacen una vez, en la segunda y la tercera fase es mucho más rápido tener este resultado de lifting", declara Hilda.