Lorca llega a Madrid con una muestra de su Semana Santa. Las bigas de blacos y azueles conquistan la Plaza de Isabel II, donde se han dado cita los carros del rey persa Asuero y del faraón Ptolomeo IV Filopátor, dos de los principales personajes que integran sus Desfiles Bibliopasionales.
El Paso Blanco y Paso Azul han sorprendido a madrileños y visitantes en plena semana del FITUR con carros tirados por dos caballos del rey persa y el faraón, ataviados con mantos bordados en oro y sedas que comparten espacio en sus museos con los únicos textiles declarados Bien de Interés Cultural en nuestro país.
El rey persa Asuero, del Paso Blanco, pertenece al Grupo de Ester y Asuero. El Antiguo Testamento cuenta que el rey persa se desposó con la hebrea Ester desconociendo que era judía y la pertenencia de ésta a una etnia sometida por Persia. De esta forma, Ester intercedió ante el rey para salvar a sus compatriotas judíos del exterminio decretado por la falsedad de Amán, el primer ministro.
Y representando el dominio del Egipto ptolemaico sobre Palestina, aparece en la procesión azul la figura de Ptolomeo IV Filopátor, quien reinó en Egipto entre los años 221 y 205 a.C. y que, victorioso sobre el Rey Antíoco III de Siria en la batalla de Rafia, mandó ofrecer sacrificios en el Templo de Jerusalén, según lo escrito por el historiador Flavio Josefo.
"Lo que podemos ver es el mosaico que está en el Museo Arqueológico de Nápoles y representa la batalla de Issos, donde Alejandro Magno está luchando contra Darío III, que está aquí sobre la biga, y aparece también el general Ptolomeo I".
Ellos definen la rivalidad entre pasos como la del Madrid-Barça, una alegoría de competición sana como fin para victoria del cristianismo y como camino para la Resurrección. Una tradición y devoción lorquina que se ha podido vivir en Madrid.