Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid han rendido homenaje a la Virgen de la Paloma con una exhibición en la Puerta de Toledo, donde también ha tenido lugar una petalda y suelta de espuma, simulando nieve en pleno mes de agosto, a una altura de 30 metros.
Según cuenta la leyenda, los bomberos adoptaron a La Paloma como su protectora cuando un gran incendio amenazaba con arrasar el centro de la ciudad. Como no lograban apagar las llamas, los vecinos empezaron a traer imágenes de santos y vírgenes para pedir su ayuda. Fue a la llegada de la imagen de la Virgen de la Paloma cuando el fuego se calmó y pudo ser extinguido.
A partir de ese momento, la patrona de los bomberos pasaría a ser la Virgen de la Paloma. Por este motivo, cada año un miembro del cuerpo de bomberos es elegido para descolgar el cuadro de la virgen.
Este año, el bombero encargado de bajar la imagen de la Virgen ha sido Juan Manuel Gil que, tras el recorrido procesional, una vez ya en el templo, ha colocado nuevamente en el retablo de su templo, la Parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real.
Juan Manuel ha sido seleccionado entre sus compañeros por la Cofradía de la Hermandad de la Virgen de la Paloma, que se reúne todos los años para elegir al mejor candidato. Una tarea que llevaba deseando cumplir desde hace mucho tiempo.