Los vecinos de Butarque, en pie de guerra contra la chatarrería que se incendió hace dos semanas

Los vecinos de Butarque, en Villaverde, están cansados de la chatarrería que tienen frente a sus casas, en unos terrenos que son propiedad de Adif y que hace apenas dos semanas salió ardiendo. Les dijeron que en 24 horas se procedería a su precinto, pero no ha ocurrido.

"Han pedido medidas cautelares a la empresa y se las han aceptado, con lo cual seguiremos padeciendo el problema de ruido, de trituración de chatarra con polvo rojo, a escasos metros de las viviendas, muy cerca de una escuela infantil", nos cuenta un vecino.

Pero eso no lo es todo, ahora también les van a instalar una gasolinera a escasos metros de sus viviendas. Por lo tanto, se encuentran con dos problemas. Los vecinos de la zona piden una solución rápida y urgente ante las graves consecuencias y las molestias que les va a originar.

"Se junta la chatarrería, que se quemó hace dos semanas y se podría volver a quemar, con la gasolinera, que también podría verse afectada y crear un foco en el futuro de peligro. Aparte, tenemos ahí una guardería, van a hacer un instituto, viviendas, entonces bueno, la situación se va a convertir más tensa y más peligrosa".

El incendio se produjo el pasado 15 de noviembre, originando una enorme columna de humo que llegó hasta las viviendas situadas en frente de la chatarrería, en las calles de la Bulera y Casablanca. Hasta la zona se personaron 11 dotaciones de Bomberos y, por suerte, no hubo que lamentar heridos, aunque los vecinos tuvieron que permanecer confinados en sus casas.

Por ende, una parte de esa chatarrería presuntamente no es legal. "Esto siempre ha estado en una situación irregular porque ha estado funcionando sin licencia muchísimos años", asegura uno de los vecinos afectados.

El pasado 10 de octubre, los vecinos denunciaban a Madrid Directo la cantidad de polvo rojo y el ruido insoportable de dicha chatarrería. Ya el mes de julio de 2020, los vecinos protestaron por este mismo motivo al programa. Sin lugar a dudas, esta instalación está siendo un auténtico quebradero de cabeza para ellos.

Los vecinos se consideran como un barrio de segunda y recalcan que tienen la chatarrería, tres gasolineras, plantas de reciclaje, pero que todavía no cuentan con centro de salud, comercios en la zona ni polideportivo.