Peleas, presencia policial todos los fines de semana y vecinos desesperados. Es la pesadilla que tienen que vivir los residentes de la calle Picos de Europa en Puente de Vallecas por un local abierto hasta altas horas de la madrugada con licencia de cafetería.
"He visto prostitución, he visto drogas, alcohol, peleas. Es que es horrible. No se puede dormir, no se puede vivir. Estoy tomando ansiolíticos y mi marido también". Así vive Pilar, a base de pastillas. Asegura que es imposible descansar en su casa y todo por culpa de este local.
Peleas y ruidos todas las semanas. "He visto hasta peleas con revólver, con armas de fuego", asegura Pilar. Los vecinos de la zona ya no pueden más. "Echan el cierre, pero la gente se queda dentro y si no llaman y abren".
Ángel incluso ha llegado a escuchar tiros. "Hace un par de años ha habido disparos. Esto es habitual, pero seguimos así años y nada más que viene la Municipal, les pide la documentación, arrestan al que sea y ya está, se acabó, y es continuo".
Se trata de un local con licencia de cafetería y, según nos cuentan los vecinos, hay una persona viviendo en su interior. "Empiezan por la noche y acaban a las siete, las ocho, las nueve de la mañana que salgo yo con mi perrita y están por aquí pegándose, tirados por el suelo", nos cuenta Rosa, vecina del barrio desde hace 40 años.
Es tal la desesperación de estos vecinos que algunos incluso nos lo cuentan entre lágrimas y otros se han tenido que ir de sus casas. "Yo vivo aquí desde hace 22 años y esto es un infierno. O sea, es mejor morirse que vivir aquí. Quién compra pisos los alquila y se va corriendo. Dormir una noche entera aquí es imposible".
Drogas e incluso enfrentamientos con la propia Policía. Un equipo de Madrid Directo intenta hablar con el responsable de este local, pero sin éxito. Los vecinos se preguntan hasta cuando tendrán que soportar esto.
Desde el Ayuntamiento nos dicen que van detrás de la pista de este local, que son conocedores del problema y que tomarán cartas en el asunto. Asimismo, declaran que hace un año ya entraron y fueron sancionados con 66.000 euros.