Estos vecinos de la Calle Maldonado de Madrid tienen una lona publicitaria en su fachada que les impide ver la calle y que, además, les deja a oscuras obligándoles a tener encendida la luz y el ventilador todo el día, puesto que el aire no corre. Algunos propietarios cobran por esa lona mientras que, Gabriel, al ser alquilado durante ocho años no recibe ninguna compensación.
Al principio les colocaron una primera lona que, durante el confinamiento, fue quitada, pero se han encontrado con una segunda y viven con miedo de que puedan entrar en sus casas.