Manuela Malasaña: ¿Quién fue la heroína del 2 de mayo que da nombre al barrio de la Movida?

El barrio de Malasaña le debe su nombre a una mujer. Ella era Manuela Malasaña, y son muchos los que desconocen su relación con el barrio e incluso su existencia.

Ana se encarga de prestarle su rostro y su cuerpo a esta heroína tan castiza en la tradicional recreación de los eventos acontecidos el 2 de mayo de 1808. Pero ¿Quién era Manuela Malasaña y por qué ha pasado a ser parte de la historia y del imaginario colectivo madrileño?

Un grupo que creyó que los franceses se llevaban al infante por la fuerza, atacó a una patrulla francesa y el choque desencadenó una violenta reacción popular en la ciudad.

Tras ese día Manuela Malasaña pasaría a la historia por ser una heroína del pueblo madrileño. Fue una costurera que vivió entre 1791 y 1808.

Por sorprendente que parezca, su curioso apellido se lo debe a su ascendencia francesa. Era hija del panadero francés Jean Malesange, españolizado como Malasaña, y de María Oñoro.

El levantamiento sorprendió a Manuela en el taller de bordados en el que trabajaba como costurera, hasta donde llegó el rumor de que los franceses se encontraban disparando indiscriminadamente contra la población.

Murió con tan solo 17 años de edad. Más de 409 personas fueron víctimas de esta sublevación, Manuela se convirtió en el número 74 según los registros. Pero cuando nos centramos en cómo sucedió, las teorías son diversas.

La primera y más extendida es que se jugó la vida por su padre, ayudándole con la pólvora y el armamento. Fue incluso defendida por Fernando de los Ríos.

Esta versión asegura que, en medio de la batalla, una bala de un mosquete francés impactó en la joven bordadora, que preparaba y servía los cartuchos a su padre, que disparaba desde su casa de la calle San Andrés, defendiendo las puertas del cuartel de Monteleón, situado entonces en lo que ahora es la Plaza del 2 de Mayo.

La segunda teoría afirma que, cuando se dirigía hacia su casa, la joven se cruzó con una patrulla de soldados franceses y ante sus abusos, la joven se defendió usando sus tijeras de costurera.

Pronto estas teorías fueron desmentidas. Se revisó la versión oficial, el certificado de defunción asegura que Jean Malasagne murió antes que su hija.

¿La tercera opción? Nuestra protagonista, fue asesinada en plena calle. Cuando los soldados descubrieron dichas tijeras y aplicaron la temida ley de Murat. Según la ley, toda persona que llevase armas sin autorización debía ser fusilada.

Esta última versión es la que respaldan las actas de defunción de aquel día, las cuales se conservan en el Archivo de la Villa de Madrid y la que se ha recreado hoy, 2 de mayo, en las calles de la capital.