Miles de personas han abarrotado las laberínticas calles del casco histórico de Toledo para disfrutar de un Corpus Christi marcado por el calor y contemplar una Custodia de Afre que, como todos los años, ha brillado más que el sol.
Toledanos y turistas, que se han encontrado con una ciudad engalanada, han vivido con emoción y devoción una festividad ancestral declarada de Interés Turístico Internacional. Para aliviar los efectos del calor, el Ayuntamiento ha repartido 8.000 botellas de agua.
Junto a Carlos Dueñas, autor de numerosos libros, recorremos la ciudad en su día más importante. "Toledo está impresionante porque un día más celebramos una fiesta única en el mundo. Desde ayer no para de llegar gente aquí, de la provincia, de toda España, del resto del mundo".
"Bien temprano se ha esparcido el tomillo por las calles, están adornadas con los toldos característicos, los faroles, las guirnaldas los reposteros, todo lo mejor que tenemos los toledanos lo ponemos en nuestro día grande".
La jornada arrancaba este jueves con el tradicional disparo de las bombas reales, seguido del desfile de gigantones y cabezudos precedido por la Tarasca y la Santa Misa en rito hispano-mozárabe presidida por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves.
La Catedral también se ha engalanado en este día. "Todos los muros se visten con tapices del Cardenal Portocarrero. Son unos tapices muy valiosos. Hay muchos, todos no se pueden exhibir, pero se ponen los más representativos de la mitología y de la exaltación eucarística por ser hoy el día del Corpus".
Tras finalizar la Santa Misa, la Custodia de Arfe ha salido por la Puerta Llana de la Catedral Primada a las 12:02 horas entre aplausos de los asistentes para iniciar el recorrido procesional por las calles de Toledo que, con su fiesta grande, la del Corpus Christi, ha brillado más que el sol.