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La peluquería en la que trabajaban María José y Carlos cerró sin previo aviso tras el confinamiento, dejando a cinco de sus empleados sin trabajo. A tan sólo 20 metros de la peluquería, ambos decidieron abrir un nuevo negocio, pues veían que podían quedarse sin trabajo por mucho tiempo.

“Queremos que el barrio siga funcionando”

La nueva peluquería que regentan surgió gracias al cariño de la clientela y la necesidad de seguir con un trabajo que ambos aman. Fue tanta la necesidad y el aclamo entre su barrio de Móstoles que, María José y Carlos, abrieron su nueva peluquería en tan sólo 20 días, pese a las dificultades administrativas con las que se toparon.