Lamentablemente, les hemos tenido que acompañar en muchas intervenciones durante todo este verano. Por eso, un equipo de Madrid Directo se ha querido poner en la piel de un bombero de la mano de Juanfran, jefe de turno del parque de bomberos de Las Rozas, y Víctor, bombero de la Comunidad de Madrid.
Afirman que van muy aislados para trabajar en condiciones muy complicadas y a mucha temperatura. Una vez puesto el pantalón, deben ajustárselo para ir cómodos, y después abrocharse bien el chaquetón. "Lo que intentamos hacer es crear una pequeña cápsula", nos explica Juanfran.
Entre botas, pantalón, chaquetón, casco y la bombona de aire, llevan consigo un sobrepeso de unos 20 kilos aproximadamente. "Prácticamente es como si bucearas dentro del humo", afirma Juanfran.
"Por un lado, el traje te permite acercarte a una zona con una temperatura elevada y resistir la radiación y, por otro lado, respirar a través de la máscara, respirar aire limpio, y ya podrías trabajar en una zona con mucha temperatura y con mucho humo en una atmósfera muy contaminante".
¿De cuántas capas consta un traje completo de fuego?
El equipo y el vestuario de los bomberos consta de casco, ya sea de intervención o forestal y de operación de rescate, gafas de seguridad, protectores auditivos, el traje, ya sea de intervención o de faena, guantes, de intervención o de trabajo, y botas.
El traje de intervención se compone de un chaquetón y un cubrepantalón. Se trata de un EPI destinado a proteger al bombero de los riesgos del ambiente en el que se desarrolla la extinción de un incendio. Cubre el torso, cuello, brazos y piernas, excluyendo la cabeza, manos y pies.
Este tipo de traje protege al bombero del calor radiante, calor convectivo de gases y calor por conducción por breve contacto con la llama o superficies calientes. Chaquetón y cubrepantalón se deben llevar como vestuario mínimo indispensable en intervenciones que requieren de un mayor nivel de protección que las indicadas para utilizar el uniforme basado en pantalón de faena y chaquetilla ignífuga.
A su vez, el traje de faena consta de un equipo de protección individual que se puede utilizar como protección frente a riesgos térmicos de inflamabilidad, calor convectivo y calor radiante, cuyos niveles deben ser recogidos en un pictograma. Asimismo, deben proporcionar una cierta resistencia mecánica.
Estos EPI deben llevar incorporados elementos retro-reflectantes ignífugos para señalizar visualmente la presencia del usuario con luz diurna, bajo luz artificial y ante una linterna en la oscuridad. La chaquetilla cubre el torso hasta el cuello y brazos hasta las muñecas, el pantalón cubre la cintura y piernas hasta los tobillos.
El traje se complementa con el casco, los guantes y las botas, únicas zonas que no cubre. La normativa aplicable a cada uno de ellos dependerá siempre de los riesgos que conlleve la intervención para la que se utilice.