(Actualizado

El Pantano de San Juan registra decenas de ahogados durante la última década. Para evitar estas tragedias, los Bomberos de la Comunidad de Madrid se entrenan en maniobras con el objetivo de prestar una cubertura al importante número de madrileños y turistas que acuden a este enclave, sobre todo durante los meses de verano.

Para ello, llevan trajes especiales, los mismo que emplean para riadas e inundaciones, y un chaleco, que les proporciona mucha flotabilidad. Asimismo, la conducción de la balsa es clave para poder cubrir todo el pantano.

"El chaleco lleva un elemento que se llama cola de vaca y es una suelta rápida, que nos permite anclarnos a una cuerda y, si tenemos algún tipo de problema, se libera. Llevamos un cuchillo también y un corta-cabos. Igual que el chaleco de dotación, lleva un silbato"

Este punto es el único espacio de la Comunidad de Madrid donde están permitidos el baño, la navegación y las actividades acuáticas a motor. Durante los fines de semana concentra hasta 3.000 visitantes diarios.

Proteger, alertar y socorrer: la guía básica ante un ahogamiento infantil

"Aquí lo que se da mucho es gente que bebe, está por encima de sus facultades y dice, me voy a cruzar a la otra orilla. Y, en mitad del pantano, empieza a notar frío, cansancio y al final hay que ir a por él". El principal problema de los ahogamientos en este punto es que son instantáneos.

Si detectan algún tipo de ahogamiento o irregularidad, cogen velocidad con la balsa y, según van llegando donde se encuentra la víctima, bajan de velocidad, hacen un giro a su alrededor y salta un compañero a su auxilio.