La Comunidad Neocatecumenal a la que pertenecían dos de los fallecidos en la explosión de la calle Toledo ha celebrado este jueves una misa funeral en la Iglesia de Santa Catalina Labouré, en Carabanchel.
Los cuerpos sin vida del Rubén Pérez, sacerdote de 36 años, y de David Santos, también de 36 años y padre de 4 hijos, han sido trasladados a la parroquia de Santa Catalina para recibir el último adiós de su comunidad.
La misa, a la que solo han podido asistir 200 personas por las restricciones del coronavirus, ha sido oficiada por Pablo Pérez, hermano de uno de los fallecidos.
La "brutal" explosión que destruyó las últimas plantas del número 98 de la calle Toledo, ha dejado cuatro víctimas mortales y una decena de heridos. Los otros dos fallecidos son Javier, un albañil de 45 años y con dos hijos, natural de la localidad toledana de Almoradiel; y Stefko Ivanov Kochev, de 46 años, natural de Bulgaria y vecino de Fuenlabrada.
Fuentes policiales han confirmado a Telemadrid que un radiador averiado en el sótano del edificio siniestrado podría ser el origen de la explosión, aunque sigue abierta la investigación.