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Un equipo de Madrid Directo se sube al helicóptero 'Pegasus' de la DGT que vigila desde el aire el cumplimiento de las normas en carretera. Además, esta semana hay una campaña con el objetico de reducir accidentes y las consecuencias derivadas de los mismos.

El ojo que todo lo ve se llama Pegasus

Además del incumplimiento de velocidad también vigilan el uso del teléfono móvil al volante, la distancia entre vehículos y los adelantamientos mal hechos. Desde las alturas se han encontrado infracciones de todo tipo como a los copilotos con las piernas subidas, una acción poco común que también conlleva mucho peligro.

Durante esta semana se han aumentado los controles de velocidad, principalmente en las carreteras convencionales, lo que será avisado, de manera preventiva, a los conductores con un mensaje variable o una señalización vertical en los paneles visibles de carretera.

Se están controlando principalmente los tramos de riesgo asociado a la velocidad, así como los puntos donde la velocidad de circulación supera el límite establecido y existe un elevado índice de siniestralidad.

En el año 2019, el último con datos consolidados, la velocidad estuvo presente en el 23% de los accidentes mortales, es decir, más de 300 personas fallecieron por sobrepasar los límites de velocidad.

En las carreteras convencionales es donde se registran 3 de cada 4 accidentes. Por eso, en este tipo de vías es muy importante circular a la velocidad establecida, ya que los límites están puestos en función de sus características.

En el año 2019, el 41% de los fallecidos en estas carreteras se produjeron en las salidas de las vías y el 27% en colisiones frontales, en donde la velocidad juega un papel importante.

¿Por qué debemos respetar los límites de velocidad?

Llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos siniestros viales.

A partir de los 80 km/h es prácticamente imposible que un peatón se salve en un atropello, si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h el riesgo se reduce a un 10% y si es a 50 km/h ya se eleva al 50%.

A 120 km/h se necesita para detenerse una distancia superior a un campo de fútbol. Además, el exceso de velocidad no solo incide en la seguridad vial, sino que también tiene una influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustibles.

¿Qué debemos de comprobar antes de salir de viaje?

Antes de coger el coche en un viaje largo debemos realizar una revisión exhaustiva, ya que, en la mayoría de los casos, muchos de los vehículos no han realizado tantos kilómetros desde hace mucho tiempo.

Por eso, antes de salir debemos inspeccionar de los niveles de aceite, anticongelante, líquido limpiaparabrisas, líquido de frenos. También debemos de mirar o cambiar el filtro del aceite y comprobar el estado de los frenos, las ruedas, las luces y, sobre todo, tener la ITV en vigor.

Recién inaugurada la operación salida de este segundo verano de pandemia, 9 de cada 10 españoles eligen el coche para viajar en los próximos meses. De hecho, la Dirección General de Tráfico prevé más de 91 millones de desplazamientos por carretera, recuperando niveles de 2019.

Preferimos movernos en coche frente a otros medios de transporte y así fue también el pasado verano, pues el 92% de los españoles reconoce no haber cambiado de opción este año.