Entre su estrechez e inclinación, transitar sobre ella se convierte en un ejercicio de riesgo
Los vecinos de la madrileña calle Vinaroz denuncian las escasas dimensiones de una de sus aceras, por las que no pueden transitar dos personas a la vez y que entraña un gran peligro para quienes transitan sus aledaños. Debido al estado de la citada acerca, una señora sufrió una caída y se rompió la nariz.
Entre la estrechez y la inclinación de la acera, transitar sobre ella se convierte en un ejercicio de riesgo.