Unos vecinos de Usera alquilaron su casa a una persona que, a su vez, subarrendó habitaciones. Hace un año decidió irse y, desde entonces, sus propietarios no han visto ni un euro del alquiler de la vivienda.
Asia y su familia compraron una casa en el distrito, una vivienda que decidieron alquilar hace tres años. "El hombre que alquiló el piso estuvo casi medio año, se escapó y metió a dos okupas dentro hasta que nosotros nos dimos cuenta, y ya el okupa empezó a meter gente y toda la familia entera".
Desde hace un año no reciben los 800 euros mensuales del alquiler y los okupas les deben más de 3.000 euros en gastos de suministros. Esta familia regenta un bar en el barrio y con los ahorros compraron esta vivienda.
"Estamos casi a las siete de la mañana y nos vamos a las doce de la noche para luego todo lo que nos hemos gastado, de tiempo y esfuerzo para conseguirlo, para que luego alguien te lo robe", nos cuenta la familia.
¿Qué debemos hacer cuando nuestro inquilino no nos paga el alquiler?
El abogado Alberto García Cebrián nos contó cómo actuar en estos casos. Nos aseguró que, para evitar este tipo de situaciones, se recomienda poner en el contrato de alquiler que el inquilino se obliga a poner los suministros a su nombre, incluso pudiendo dejar constancia de que, en el caso de que no lo pague en un plazo determinado, se autoriza a la propiedad a dar de baja el suministro.
En el caso de que en el contrato de alquiler no haya la obligación de que el inquilino ponga los suministros a su nombre, el propietario no puede dar de baja el suministro y si le denuncia, el inquilino o incluso el okupa ilegal, podría incurrir en un delito de coacciones. Sin embargo, el propietario no puede cortar el suministro, pero sí que puede dejar de pagar los recibos para que en todo caso la compañía acabe cortando por impago.
En el momento de la recuperación de la posesión del inmueble, ya sea extrajudicialmente o en proceso judicial, cabe la posibilidad de realizar una denuncia por la comisión de un delito de daños. Siempre existe la posibilidad de reclamar las cantidades adeudadas del alquiler y las de los suministros que estén a nombre del propietario, así como desperfectos.