Los Reyes Magos de Oriente, ataviados con trajes tradicionales, con sus barbas, coronas y capas de siempre, han llegado hoy a Madrid bajo una lluvia constante en una cabalgata integrada por trece carrozas y un cortejo de 2.000 personas, que ha terminado en Cibeles donde el rey Melchor pronunció su discurso.
A su llegada a Cibeles, los Reyes Magos aseguraron que "la luz" que les guía en su camino es la de los deseos cumplidos de todos aquellos niños y niñas que se los piden, y les animaron a pensar que, en una noche como esta, "todo es posible".
"Recordad que aquello que imaginéis puede hacerse realidad, solo tenéis que creerlo y poner vuestro corazón en ello. El futuro está en vuestras manos y con vuestra capacidad podréis hacer de él un lugar mejor", afirmó el Rey Melchor.
También animó a los chavales a seguir los pasos de los inventores y científicos que les acompañaron durante el trayecto de la Cabalgata por la Castellana, quienes también fueron niños y creyeron que todo era posible con "imaginación y creatividad".
Los Reyes Magos también instaron a los padres, madres y abuelos a jugar con los más pequeños de la casa, a no olvidarse de que en su momento fueron niños y que ellos también gozan de esa "capacidad de imaginar".
Melchor finalizó su discurso destacando que presenciar "la alegría y la ilusión" en las caras de los pequeños fue "el mejor regalo" que se podían imaginar él y sus dos acompañantes de Oriente.