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Vecinos y activistas del barrio de Lavapiés se han reunido para frenar el desahucio de Teresa, una pensionista de 72 años. La propiedad se trata de una empresa de inversiones inmobiliarias que, según el Sindicato de Inquilinos de Madrid, tiene la intención de convertir su vivienda de uso turístico.

Tras la llegada de la Comisión Judicial, se ha paralizado su desahucio hasta el 1 de julio a la espera de encontrar una alternativa habitacional. Al parecer, no era la primera vez que los vecinos acudían a este edificio para tratar de paralizar un desahucio.

No fue hasta ayer por la tarde cuando Teresa conoció la noticia. Iban a echarla de su casa y nadie se había puesto en contacto con ella para comunicárselo. Ella se puso en contacto con la Comunidad para saber qué pasaría.

Teresa lleva tres años sin poder pagar el alquiler que el propietario del edificio subió para tratar de echarla. Sus 450 euros de ayuda social no alcanzan para más. "Por un lado lo entiendo porque el dinero manda. Yo me siento con capacidad de trabajar, pero: eres vieja, no sirves, tienes 72".

Argumosa 11, un símbolo contra los desahucios

En el año 2017 fue cuando empezó la batalla contra los vecinos de Argumosa 11. Un abogado y una secretaria, representantes del nuevo propietario, comunicaron hasta a 33 viviendas del edificio que sus contratos no iban a ser renovados, por lo que tendrían que desalojar las casas y entregar las llaves, o bien coger 2.000 euros si las abandonaban al siguiente mes.

El verano de 2018, los vecinos que permanecieron en sus viviendas resistieron a un desahucio que no dejaba de programarse, pero en el año 2019 llegaron a desahuciar hasta cuatro familias con un amplio dispositivo policial. "Simplemente se han cerrado en banda de que tenemos que irnos".