Hace dos días, May sufrió un robo en su sala de teatro y escuela, ubicada en la calle del General Palanca, 7, de Delicias, a través de un método muy curioso. Ella se dio cuenta de que algo raro estaba sucediendo y en el momento de echar a la ladrona de su local, se percata de que una compinche estaba con ella y se había hecho con la recaudación.
Mientras una mujer la despistaba entrando en su negocio pidiendo agua y con "sus malas pintas", su pinche se colaba en el interior a gatas. Tras conseguir la ladrona que May se acerque a la puerta, las cámaras registraban cómo la que se cuela mete la mano en la caja. Tan solo necesitaba alargar su puesta en escena para que su cómplice pudiera salir con el botín.
"Yo estaba trabajando aquí en mis cosas como siempre, en el ordenador. Eran las nueve y cuarto y entonces entró una mujer rumana con bastante falta de higiene, la verdad". Al parecer, iba cargada con muchas cosas, con un abrigo y con una bolsa llena de ropa.
"Entonces consigo medio echarla, que estoy aquí como cerrando la puerta, y ella hace que se va, pero vuelve y vuelca toda la bolsa de la ropa", por lo que toda la atención de May era ahí en esos momentos. Cuando después vio las imágenes de la cámara, descubre que la otra persona había entrado a espaldas de la mujer.
"O sea, cuando ella vino con su abrigo, en realidad lo que llevaba era a la otra a la espalda, y entonces hace una obra de distracción de venirse hasta aquí y la otra se había ido a cuatro patas para esconderse en la columna".
Cuando May intenta echar a la mujer con la que estuvo interactuando, se encuentra con la otra persona que se hizo con toda la recaudación y las echa a las dos del local. El robo duró apenas tres minutos y se llevaron unos 140 euros. Después de poner la denuncia en comisaría, May quiere hacerlo público para que los comerciantes de la zona no caigan en la trampa.