Un cementerio de ropa usada inunda Humanes

Pantalones, botas, gorras o cinturones enterrados entre toneladas de ropa. En plena carretera de Humanes, encontramos lo más parecido a un cementerio de restos textiles que se agolpan en los caminos que comunican el municipio con Fuenlabrada.

Raúl de Ecologistas en Acción asegura que esta situación es un auténtico despropósito. "Esto debería de acabar, el sistema de reciclado de ropa, y la que valga debería de aprovecharse para la gente que lo necesita", declara.

Creen que las prendas llegan a este punto a través de empresas fantasma. "Consiguen la ropa robándola de los contenedores o con sus propios contenedores fantasma y, una vez que no consiguen vender estos fardos, se deshacen de ello de la manera más fácil", añade Raúl.

La zona llena de caminos es uno de los lugares por los que Antonio, 'el azote de vertederos', suele pasear y, sin lugar a dudas, se muestra muy indignado por esta grave situación. Según los vecinos, esos nuevos puntos de ropa abandonada llevan en la zona diez días.

A apenas 300 metros, encontramos el principal foco de ropa usada que ya nadie quiere usar, en las naves del Polígono Industrial La Fraila. Asimismo, el dueño de una nave aledaña ha contratado a dos trabajadores para mantener limpias al menos las calles. Sin embargo, los edificios se encuentran al límite de su capacidad y amenazan con desbordarse.

Ya el pasado mes de octubre, los trabajadores de dicho polígono denunciaron la desorbitada cantidad de ropa que se acumula en la zona y aseguraban que llevaban en este estado desde hace más de dos años. Además, los comerciantes viven con el temor de que un incendio pueda acabar en tragedia por este problema.

Desde el Ayuntamiento nos dicen que, en este caso, hay que analizar si lo vertidos están en una zona privada del campo o no, si esa zona del camino es de Humanes o no y, sobre todo y más importante, que sean vertidos incontrolados, es decir, que no guarde relación con el problema de calle Plomo. Aun así, aseguran que se encuentran retirando continuamente los vertidos incontrolados y solicitan colaboración ciudadana y civismo para que este tipo de restos textiles no sigan apareciendo.