Un chino muy castizo regenta ahora el clásico bar Delfín
Ha conseguido mantener la clientela del antiguo propietario
Madrid es una de las ciudades más abiertas del mundo y hasta los que vienen del lejano Oriente acaban enamorados de nuestro casticismo. Eso le pasó a Ming Heng Chen, que regenta un bar en Madrid Río, manteniendo las recetas de toda la vida, incluso dicen los vecinos que mejorándolas.
Se trata un bar típico madrileño de toda la vida con su toldo correctamente rotulado, su pizarra con el menú del día y sus jamones colgando, pero hay algo que lo hace especial. Uno lee en la carta callos, oreja, caracoles, productos ibéricos Guijuelo y lo que menos se espera es encontrarse a un chino.
Paco, anterior dueño del bar Delfín y famoso por sus aperitivos, sobre todo los callos a la madrileña, decidió jubilarse y vender el local. Ming Heng Chen llegó desde Hong Kong a la capital y quiso comprárselo.
Y así fue. Finalmente, Ming Heng Chen compró el bar Delfín a cambio de que su anterior dueño le enseñara todas las recetas de la carta. Como un buen alumno, apuntó todo y comenzó a trabajar. Pronto sus clientes le apodaron como Iván.
"Los callos los ha mejorado", asegura uno de sus clientes. De hecho, para muchos, los callos de Iván son los mejores de Madrid. Sin ir más lejos, ha llegado a salir hasta en los periódicos por preparar de la mejor forma este plato tan castizo.
Con esfuerzo y talento, Ming Heng Chen, alias Iván, ha sabido hacerse hueco en la gastronomía de una cultura completamente distinta a la suya.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}