Un testimonio podría reavivar la investigación sobre la desaparición de Roberto en Casarrubios

Se cumplen 5 años de la desaparición de Roberto García Solana, vecino de Casarrubios del Monte. El 17 de febrero de 2019 fue el día en el que se le perdió la pista. Un testimonio podría abrir una nueva línea de investigación sobre el caso.

En el momento de su desaparición, Roberto tenía 63 años. Si algo tiene claro su familia, que durante estos años han mantenido la presión para saber qué fue lo que ocurrió, es que la desaparición no fue voluntaria.

El 23 de mayo de 2019, la Guardia Civil detuvo a un sospechoso. Se trata de Juan José del Valle, su vecino, que llegó a sacar dinero con una tarjeta de Roberto en un cajero automático. Según sus declaraciones, se encontró la tarjeta en la calle con el PIN en el interior. Meses después quedó en libertad por falta de pruebas.

Este domingo 25 de febrero, amigos, familiares y vecinos de Roberto se concentraban en su pueblo para que se reactiven las indagaciones. Ya el año pasado, cuatro años de su desaparición, la Guardia Civil reactivaba su búsqueda.

La búsqueda se llevó a cabo en la finca familiar de Roberto en El Viso de San Juan, Toledo, con un georradar, un detector de metales y un dron con cámara térmica y con cámara multiespectral, capaz de detectar anomalías en la vegetación.

"Gracias a los medios y gracias a que los investigadores siguen con ello. Queremos respuestas sobre todo, que es lo que nos pasa a los familiares de los desaparecidos, que no tenemos respuestas", declara Almudena, sobrina de Roberto.

La familia y los vecinos del municipio siguen manteniendo la esperanza de encontrarlo. En estos cinco años se ha buscado a Roberto por tierra y aire, en pozos y en cualquier lugar donde pudiese estar, pero sin resultados.

"Nosotros siempre apelamos a la ciudadanía, que no se quede con nada en el tintero, que nos diga las cosas porque es verdad que hace poco han resurgido testimonios de gente de aquí del pueblo y son interesantes", nos cuenta Almudena.