Cómo ser padre de acogida de niños en Ucrania

Pilar, al igual que otros tantos españoles, lleva varios años acogiendo a Verónica, una pequeña niña ucraniana. Gracias a que es mamá de acogida a través de la ONG Infancia de Nad ha podido acoger esta niña de 10 años con la que ya ha desarrollado un fuerte vínculo.

Sin embargo, con el estallido del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, su hermana mayor decidió quedarse en su país, pero tanto Verónica como su hermano de 6 años, al igual que otros hermanos, están de camino a España para ser recibidos por sus padres de acogida.

La historia de Verónica

Cuando empezó la guerra, Verónica se encontraba en un internado muy cerca de Chernóbil. Tuvieron que abandonar esa zona urgentemente porque estaban entrando los tanques rusos en la zona. Tanto ella como otros niños fueron llevados en autobús a un lugar seguro cerca de Kiev, desde donde se ha estado comunicando con Pilar desde entonces.

La cobertura en Ucrania ha sufrido varias caídas, así que la comunicación entre ambas es insuficiente y, como cuenta ella, estaba muy asustada y que estaba pasando mucho frío. Pasaron 24 horas sin comunicación, mientras que Pilar solo recibía la información de que estaban destruyendo puentes y cortando carreteras de acceso a las ciudades para impedir el avance de las fuerzas militares rusas.

Anoche “fue un milagro” para Pilar, porque sin esperarlo, Verónica comenzó a contestarle los mensajes de texto. Estaban en la frontera con Polonia, y esta misma tarde parece que ya la han logrado cruzar.

Pilar respira algo más aliviada porque ya está fuera de peligro, pero asustada porque sigue sin tener contacto estable con ella. Está a la espera de recibirla o ir a buscarla donde sea.