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El pasado 24 de julio, Guillermo, de 62 años, fue agredido por un vecino de Alpedrete. Una agresión por la que tiene el tabique nasal roto, pómulos y la mandíbula desencajada que podía haber llegado a más si un vecino no se hubiese interpuesto.

Después de que se produjese la agresión acudieron al médico a por un parte de lesiones para, posteriormente, poner una denuncia. Simplemente han conseguido una orden de alejamiento de 5 metros pero, la familia de Guillermo, ha recurrido porque consideran esta medida escasa. Que, además, se ha saltado el agresor teniendo que ampliar esta medida a 1km.

Parece ser que su vecino sufre alguna fijación por Guillermo, pues le pinchó las cuatro ruedas del coche y, días después, les metió arena en el depósito del aceite del mismo. Situación que no entiende ningún miembro de la familia pues su trato con el agresor siempre ha sido cordial.

Según el hijo de Guillermo, el agresor ha cambiado su versión ante la Guardia Civil, presentando un alegato muy distinto al que presentan los testigos oculares de la agresión.