Una oveja se adopta entre nueve personas, lo que conllevaría tres kg de queso por cada adopción. De esta manera, por medio de la adopción, conseguimos el queso que posteriormente nos enviarían y también tendríamos la certeza de que estamos comprando directamente a un productor.
A quien adopte a una de las ovejas, se le irá informando del estado de la misma, así como de la finca en la que se encuentra.
Los padrinos son procedentes, en su mayoría, del centro y norte de Europa.